Hace unos meses cayó en mis manos un artículo sobre la nueva profesión
de moda entre las famosas de Hollywood, la de "Facialista". La función de estas profesionales es la de diseñar y
personalizar cuidados para el rostro mediante cosméticos
y tratamientos tanto manuales o con aparatología, es la encargada de pautar protocolos para las necesidades específicas de cada persona. Parece que toda celebrity que se precie tiene una Personal Facialist a la que venera y gracias a la cual los cirujanos plásticos de Beberly Hills obtienen resultados alucinantes ...y entonces me hice la gran
pregunta: ¿pero esto no es lo que yo he estado haciendo los últimos años en mi centro?
Es verdad que las clientas confían en mis consejos y los siguen, peeeeeero: como la nueva gurú del beauty style recomiende lavarse la cara con agua de mar procedente de la
séptima ola que llegue a partir de las 12 de la noche del primer domingo
del mes, el mundo hace cola en la orilla de la playa hasta decir basta y mis chicas las primeras. Eso es así y no hay quién lo cambie, si tienes una legión de seguidores en todo el mundo eres Dios y yo a estas alturas me conformo con que no se ponga de moda el uso de ácido sulfúrico como renovador celular.
Bromas a parte, la lectura del artículo aumentó mi ego profesional, al fin y al cabo lo que estaban describiendo es el trabajo que realizo a diario y me provocó un orgullo que hacía tiempo no sentía al darme cuenta de que tengo conocimientos y herramientas suficientes para cuidar a mis clientas cual divas del cine, así que espero que el mensaje sobre las "Facialistas" se expanda por la red y la gente se de cuenta de que la suya se llama Carmen y tiene un gabinete de belleza a la vuelta de la esquina.
Y es que la mayor dificultad con la que nos encontramos las esteticistas es poder llegar con nuestro mensaje para que el público diferencie entre el consejo profesional y los bricomanía de belleza que se puede llevar por delante la mayor parte de tu epidermis..Vivimos en un mundo global en el que o te haces ver o no existes. Cualquiera tiene la posibilidad de llegar a un gran número de potenciales clientes, pero no es fácil y requiere un esfuerzo que no siempre se puede hacer por falta de tiempo o conocimientos, sobre todo las que por edad hemos tenido que subirnos al carro de las nuevas tecnologías intentando no perder el habemus cada vez que nuestro servidor hace el más mínimo cambio (el fin del mundo, oiga).
Pero bueno, a lo que iba, que soy una Personal Facialist. Lo digo por si te apetece saber como se sienten Kim Kardashian, J.L. o Madonna, porque en mi centro de estética todas sois una estrella como la copa de un pino, tan solo pide cita y prepárate para disfrutar.
Y es que la mayor dificultad con la que nos encontramos las esteticistas es poder llegar con nuestro mensaje para que el público diferencie entre el consejo profesional y los bricomanía de belleza que se puede llevar por delante la mayor parte de tu epidermis..Vivimos en un mundo global en el que o te haces ver o no existes. Cualquiera tiene la posibilidad de llegar a un gran número de potenciales clientes, pero no es fácil y requiere un esfuerzo que no siempre se puede hacer por falta de tiempo o conocimientos, sobre todo las que por edad hemos tenido que subirnos al carro de las nuevas tecnologías intentando no perder el habemus cada vez que nuestro servidor hace el más mínimo cambio (el fin del mundo, oiga).
Pero bueno, a lo que iba, que soy una Personal Facialist. Lo digo por si te apetece saber como se sienten Kim Kardashian, J.L. o Madonna, porque en mi centro de estética todas sois una estrella como la copa de un pino, tan solo pide cita y prepárate para disfrutar.